Si quieres disfrutar del chocolate no como una golosina sino que como un buen vino, aprende a reconocer los rasgos que definen cada chocolate que comes. 

Olvídate de la culpa de disfrutar un buen producto, porque el verdadero chocolate no engorda!

 Ahora te enseñaremos a reconocer un buen chocolate

  • El Chocolate se prueba con todos los sentidos! Empieza con ver su textura. Es un color homogéneo, brillante? O al contrario tiene manchas o es opaco? Ahora, huélelo. Debe tener un aroma intenso y profundo. Podrás sentir frutas, nueces, café … o a quemado si es que se sobretostó. Sigue con darle un mordisco. Fue un “crack” nítido al romperlo? O quizás está pegajoso… Ahora, saboréalo. Qué tan fino se siente? Puedes distinguir ese sabor a cacao? Repitiendo este ejercicio con varios chocolates, ya te darás cuenta de lo que es lo ideal para tí. Ese buen chocolate que por su sabor, textura y aroma te invita a comerlo hasta el final.
  • Chocolate de puro cacao puede contener pasta pura de cacao (también conocida como “licor de cacao”), manteca de cacao, polvo de cacao, azúcar y leche en polvo. Cualquier otro ingrediente incrementa el grado de procesamiento, y baja la calidad nutritiva del chocolate. Te arriesgas a perjudicar tu salud, engordar, tener acné y otros males en tu organismo. Nota que un chocolate blanco también puede tener súper propiedades nutritivas, si te aseguras que es de pura manteca de cacao.

  • No te dejas espantar por un alto contenido en cacao! Cuanto menos azúcar, más destacarán las notas específicas del sabor del cacao, según su origen y tipo, y según la calidad de los procesos de poscosecha (fermentación y secado). Con buenos cacao (como se encuentran en Amazonas, Chulucanas, Cusco, Tumbes por ejemplo), y una buena cadena de procesamiento, incluso los chocolates de alto porcentaje te parecerán agradables, afrutados, y dulces..Además, cuanto más alto el contenido en cacao, mejores los beneficios para tu cuerpo, así que a descubrir y aprovechar de los chocolates oscuros.
  • Ojo! El auténtico chocolate se funde a la temperatura corporal, es decir, debe derretirse en tu boca. Si se derrite en tus dedos, cuidado, estás en frente a una golosina!